lunes, marzo 26, 2007

ROHINTON MISTRY

Bombay, 1952, vive en Canadá. Ha logrado tres candidaturas al prestigioso Booker Prize. Comentamos dos novelas.

ASUNTOS DE FAMILIA (DeBolsillo)
Asuntos de familia es una incursión en el mundo familiar de un matrimonio parsi —seguidores de Zoroastro— con dos hijos. Sus discusiones y sus momentos de gozo, el crecer de los hijos y el desarrollarse de la vida laboral, la atención del abuelo enfermo y las riñas con los hermanastros o cuñados. Sentarse en un sillón de la sala de estar para ver cómo se enfrentan a los obstáculos diarios. Huele a incienso en un mundo donde los sentidos son de capital importancia. Muy buena.

UN PERFECTO EQUILIBRIO (DeBolsillo)
En clave de tragedia griega, Un perfecto equilibrio se desarrolla entre 1975 y 1984. Son años en los que el gobierno bucea en la corrupción, y ésta se expande a cualquier poder. Ser un trabajador humilde, se considera trabajo hasta el mendigar, es vivir sorteando obstáculos, cada vez más altos, cada vez más grandes. Estupenda recreación de esa clase de personas sabedoras que su destino es el fracaso, pero que luchan hasta el final, y con todas sus fuerzas, por evitarlo.

viernes, marzo 23, 2007

EL SUEÑO ETERNO

RAYMOND CHANDLER

Eran más o menos las once de un día nublado de mediados de octubre, y se tenía la sensación de que podía empezar a llover con fuerza pese a la limpidez del cielo en las estribaciones de la sierra. Philip Marlowe, detective privado, aficionado al whisky y con un inconfundible sentido del humor nos cuenta en primera persona uno de sus casos. Lo de menos en la historia es el chantaje, incluso la muerte, el sueño eterno, ¿qué más te daba dónde hubieras ido a parar con tus huesos una vez muerto?. Importa la causa y las consecuencias.

La causa porque muestra una sociedad infame, donde el dinero y el poder corrompe, especialmente a los que lo tienen. El deseo, la apariencia, lo espléndido a los ojos, tapa la podredumbre, el deshecho y los despojos de esa sociedad. Las consecuencias porque Marlowe, a pesar de que su vida no sea muy ejemplar, intenta, y logra en algunos casos, arrastrar al lado bueno a aquellos que lo quieren.

Deudora de su genero y de Dashiell Hammett, es una obra culmen. Acreedora a ser leída de principio a fin sin descanso ya que los malos no descansan nunca. Bogart puede ser Marlowe; Ingrid Bergman puede ser Peluca de Plata; Gary Cooper haría de Bernie Ohls; y mejor no decir nada de las hermanas Vivian y Carmen.

martes, marzo 20, 2007

UN PUENTE SOBRE EL DRINA

IVO ANDRIC

En 1996, la editorial Debate publicó este libro del Premio Nobel bosnio (Travnik, 10.X.1892 — Belgrado, 1975), que fue prisionero de los austro-húngaros, y diplomático durante el tiempo de entreguerras. Premio Nobel en 1961. Otras obras suyas son: Crónicas de Travnik; La señorita.

El Drina es un río que nace en Montenegro, para fluir por Bosnia y desembocar en el Sava, afluente a su vez del mítico Danubio. Visegrad es una ciudad cerca de la frontera entre Bosnia-Herzegovina y Serbia, de unos 4.000 habitantes. En Visegrad, en el siglo XV se construyó un puente sobre el Drina.

Sobre este puente, y sobre su kapia —lugar de reunión habitual de las gentes de la ciudad—, se desarrollan las vidas diarias de los habitantes de Visegrad, judios, musulmanes y cristianos. Las distintas invasiones, las rencillas, su modo de vivir ordinario y tranquilo, los acontecimientos del mundo exterior, todo, se entremezcla, se habla, se discute en el puente: orgullo de toda la ciudad especialmente de los musulmanes.

Y sujetándose con las mismas columnas que el puente, planea por toda la novela la metáfora, el simbolismo de una tierra preñada desde sus inicios de odios y desavenencias, de extranjeros y de viajeros. Una historia que surge del enfrentamiento, del silencio, de la imposibilidad, de la coacción. Un pueblo mezclado, huído, desarraigado, que espera y espera, fumando y hablando, a aprovechar la oportunidad de que le llamen por su nombre, o de morir por un ideal inalcanzable. La infinitud del puente como sombra de la finitud del hombre.

jueves, marzo 15, 2007

UN ADOLESCENTE EN LA RETAGUARDIA

PLÁCIDO MARÍA GIL IMIRIZALDU
La editorial Encuentro publicó, en el 2006 el relato en el que el Padre Plácido, monje, cuenta sus vivencias durante la Guerra Civil española.
Tenía 15 años cuando el inicio de la contienda le sorprendió en el monasterio de El Pueyo, cercano a Barbastro, en el que era estudiante. La narración avanza y, con gozos y dolores, rezando, y con fidelidad a lo que pensaba que Dios le pedía, se relatan los tres años de guerra.
Sin sentimentalismos, sin buenos ni malos, con los acontecimientos tal y como a él le tocó vivirlos. Supongo que muchos pensarán que ya es hora de olvidar, y yo estoy con ellos, y creo que Gil Imirizaldu también. No es este un libro recordatorio de maldades y atrocidades; es un libro en el que se resaltan las bondades de los hombres también en medio de una guerra.

lunes, marzo 05, 2007

ESTAMBUL Ciudad y recuerdos

ORHAN PAMUK
Después de un considerable lapso de tiempo en el que he permanecido en silencio, renuevo -con más brío- estos comentarios. Y mi afan de renovación se disipa con la amargura con la que me ha llenado la lectura de Estambul, probablemente el libro más conocido del escritor turco Premio Nobel 2006.
Porque Estambul, para Pamuk, es una ciudad sobre la que aletea la amargura, como una niebla que humedece la piel de sus habitantes, como un oxígeno necesario para la respiración de los estambulies, como un ropaje sin el que su carácter quedaría desnudo.
La espesa historia de la ciudad se confunde con la no menos espesa historia del autor. La vida de Pamuk es Estambul, y Estambul es donde vive Pamuk. No puede hablar -ni escribir- del uno sin el otro, de la ciudad sin su presencia, de su occidentalización sin ver en ella como ha quedado él afectado.
No es Estambul una novela al uso. Pero tiene ese no se qué de noticia, de anécdota o de historia que hace amena su historia. A pesar de las repeticiones, a pesar de la amargura, a pesar de que adivinas el final: el pintor se convertirá en escritor.
Lo de las fotos me parece una maravillosa idea: así era, y además ayuda en los momentos de mayor dificultad lectora, a ver como avanzan las páginas más deprisa con el mismo esfuerzo.
Si quieren conocer a Pamuk, les diría que no empezaran por Estambul.