LA HERENCIA DE ESZTER

SANDOR MÁRAI

Sandor Marai es uno de esos escritores que se redescubren una vez fallecido. O cuando aquello por lo que luchaba se consigue. Aparece como una luz en medio de la oscuridad, como un hito que señala el camino. Y tras su primera obra traducida aparece otra y otra y otra, todas ellas maravillosas.

Con la inevitabilidad del destino como eje central de la narración, la novela se desarrolla con constantes variaciones en los pensamientos y en las decisiones de los personajes, que hacen que aún a pesar de que creas lo que va a ocurrir, no tiene porque ser siempre así. Eszter sólo conserva una casa y el recuerdo de Lahos, aquel que destruyó su vida y la de toda su familia, quitándoles todo cuanto poseían. Ahora, tras muchos años de ausencia, Lajos anuncia una visita, y el corazón y el alma de Eszter se lanzan a rememorar, restañar heridas y sangrar. … no tenía ganas de echarme al cuello de Lajos, ni tampoco quería discutir con él. ¿Qué quería?.

Parece que sin grandes dotes, con una escritura sin sobresaltos, como una balsa de aceite, se construye una novela de dientes de sierra, de intervalos, de punzadas, Una novela que te obliga a tomar parte, a implicarte con algún personaje, a no ser neutral, a apropiarte de los sentimientos que guiados por la pluma de Márai deambulan por las páginas.

De Márai hay otras cosas publicadas, como: "El último encuentro", "Divorcio en Buda" o "La mujer justa" ( en http://escueladeescritores.com/222-resenas-literarias) tenéis una reseña.

Pero para mí, lo mejor son sus dos tomos de autobiografía: "Confesiones de un burgués", escrita con 34 años, una muestra más de su genio narrativo, de su cultura, y de su desgraciada vida, siempre dejándose guiar por el primer impulso; y "¡Tierra, tierra!"que abarca la parte de su vida en la Hungría devastada por la guerra y sojuzgada por los comunistas. Hasta su marcha a los EEUU. Allí, Márai se presenta como uno que sigue viviendo y actuando al son que le marca una voz interior, la de la conciencia, a la que Márai es incapaz de contentar.

A ver si pinchando aquí os podéis bajar la canción Another sunny day de Belle and Sebastian